sábado, 15 de octubre de 2011

RETORNO A CASA

Como vuelve la marea a la orilla. Renovando el perfil de la costa. Acercando del lecho marino el polvo brillante que antes había sido roca anclada en la orilla.Así es como me sentía, cuando retornaba a mi hogar, sin que mi familia supiera ninguna de mis intenciones. Nada mas llegar, Varela me llevó a la casa de una de las hermanas de Nuria. Era la noche de San Juan. Junto a la piscina se alzaba un escenario a juego con el equipo de sonido y sus luces tricolores. Después de degustar sabores olvidados en mi paladar comenzaron las actuaciones. Artistas internacionales se mezclaban con los nacionales. Los nervios de los debutantes desaparecieron ante el entregado publico. Mientras, Kylian, iba preparando mojitos y el speaker (Huertas) se encontraba en su salsa, recordando a Floid vigoroso de épocas pasadas. Al final, el trofeo a la mejor actuación, fue para el Minero. Su actuación eclipsó a todas las demás. Ayudado únicamente por una sintonía de su móvil, elevó el tono de   voz hasta niveles infinitos, riase el Pavaroti ese. El cartel del festibal lo completaron :  Alaska sin Dinarama, Fredy con la Caballé, Camarón de la Isla, Azucar Moreno, Un famoso mago francés, una bailarina clásica, Eros Ramazotti con Tina Turner y un grupo de rancheras acompañados con un cojo.
Por la mañana siguiente, con sueño retrasado y con la sien algo aturdida por el señor JB, me dirigí a casa de mi prima. Era el cumpleanos de mi padre y lo celebraríamos en familia. Ellos no sabían nada, así que les  tendí una trampa. Hice creer  a mi madre,  que estaba en Hong Kong y al verme allí fue para ella un xoc tan grande que  tardó unos segundos en reconocerme. Me sentí como un fantasma. Ni mi tío ni mi prima me reconocieron mientras estaba sentado junto a ellos comiendo en la misma mesa. A veces los ojos solo te dejan ver lo que el cerebro quiere imaginar. Una vez dejado el mundo  esotérico de los fantasmas y volviendo a la realidad, toco disfrutar del veranito.
Lo primero fue el contacto con los pies de gato y la roca. Después tragaba agua surcando con la piragua, sobre las olas sin sal en el río Noguera Pallaresa. Seguidamente me encontraba rodeado de pequeños acantilados en las pozas de algún que otro barranco pirenáico. Vimos pasar el tour en la etapa de lo Pirineos de Coll de Belle. Tube , también el placer de volver a descubrir la escalada clásica en las paredes de les Agulles d’ Amitges y en las paredes de Cavallers junto mi amigo Farrus y de nuevo volvía a tragar agua en las orillas del río Esera. En montaña, subía a la cima del pico de Alba junto a Jaume. Únicamente me faltó tomar algún vuelo con el parapente pero por razones obvias me lo tenían prohibido.
Mientras, sin darme cuenta, aparecían dos ojos nuevos. Nacía mi sobrino dotado de Fuertes pulmones. Sin que el fuera consciente, se volvió el centro de todas las miradas creando un hechizo que te absorbe como una pócima mágica. El fuerte calor, parecía no indicar el fin del verano, pero el inicio de mi partida estaba cerca. Lo ultimo que vi antes de partir a Asia fueron las lágrimas descendiendo de las mejillas de mi madre y mi hermana. Ajeno a esta situación, el baby yacía inmerso en sus prolongados sueños, arrugado sobre si mismo intentando refugiarse en su mundo. Volé con la compañía Air Berlin, la cual deja transportar una caja de 32 kg para bicicletas , coste 75 euros. Cosa a tener en cuenta para el viaje de regreso. Después de unas largas horas sentado en una butaca, comiendo porciones individualizadas y bebiendo mono-dosis, llegué al país de las sonrisas.
Antes me gustaría explicar una sensación extraña que he tenido durante todo el verano. No sabría definirla o clasificarla en términos regulares. Después de ver a familiares y amigos,  noté  una especie de indiferencia a ciertas cosas que antes me podían afectar positivamente o negativamente.  Parecía que tuviera una sensación de apatía por estar de nuevo en mi casa. Quizás el haber estado un año  haciendo vida nómada, moviéndome continuamente y descubriendo nuevas situaciones tuviera en parte algo de culpa. Pero en realidad,  el ambiente general  que se estaba instalando en nuestra sociedad aportaba esa falta de alegría que da la llegada del calor. El verano siempre ha sido indicador  de tomarse las cosas  con pasión, quitarse las telarañas del invierno e intentar aprovechar todo el tiempo  disfrutando al máximo cada segundo. La realidad pintaba los colores con tonos muy diferentes. Los medios de comunicación bombardeaban continuamente a sus interlocutores, noticias que cada día iban a peor.  Abriendo debates alarmistas entorno a un futuro incierto. Daba la impresión que los políticos eran los grandes culpables de todo  y tenían miedo de tomar las decisiones adecuadas por la negativa  respuesta de los ciudadanos. Pero como siempre, somos un país de chorizos, donde no se piden responsabilidades a nadie. Donde importantes  decisiones  tomadas, se han demostrado ineficaces, siendo erróneas desde un principio,  beneficiando a veces a unos pocos  aun afectando negativamente al resto de la sociedad. Mientras, las personas intentan adaptarse a los nuevos cambios de esta nueva situación, expectantes a nuevos recortes. En general había indiferencia en la cara de las personas, excepto en algunas minorías que intentaban hacer oír sus voces, ahogadas en la infinidad del problema o en repetidas discusiones en barras de bar. Los ánimos de mucha gente estaban en mínimos históricos así que no me queda más que agradecer desde aquí a todos esos amigos que con su calor me han  empujado durante este verano. Su energía en  compartir sus  actividades ha hecho que pareciera que el viaje no se tomara una pausa. A veces estaba apático, con falta de motivación pero ya me perdonaran, el viaje ha ido moldeándome la cabeza   poco a poco y  a veces uno  necesita más tiempo para adaptarse a los cambios.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario